Para Roger Clemens, Profesor de USC School of Pharmacy en Estados Unidos, la falta de conocimiento sobre los alimentos procesados ha generalizado su satanización; sin embargo, los avances en la industria agroalimentaria tienen un impacto positivo, muchas veces oculto, en la sociedad.
El docente explica de manera concreta y sencilla qué son los alimentos procesados y por qué no hay que temer su consumo.
- Definición básica
En la reglamentación de Estados Unidos se cataloga como alimento procesado o transformado a todo aquel que no sea un producto agrícola bruto. Es decir que todos los alimentos que hayan experimentado un proceso de lavado, corte, molienda, pasteurización, congelación, deshidratación u otro que altera su estado natural, pertenecen a esta categoría.
El procesamiento también puede incluir la adición de otros ingredientes como saborizantes, nutrientes u otras sustancias aprobadas (por ejemplo sal, azúcares y grasas) que reducen, aumentan o dejan sin afectar las características nutricionales de un producto crudo. Esta definición, en parte, puede aplicarse también a las técnicas de cocción y conservación caseras.
- ¿Existe alguna razón para temer a los alimentos procesados?
No. Casi todos los alimentos han sido expuestos a algún tipo de procesamiento para asegurar su seguridad. Son demonizados porque la gente no entiende el proceso industrial o sus compuestos. Muchas veces, los ingredientes alimentarios son términos largos que la mayoría no puede pronunciar. He ahí que surge el temor a lo desconocido, pero los alimentos procesados son esenciales para asegurar la disponibilidad de alimentos.
- ¿Contribuyen o afectan a la salud de los consumidores?
Actualmente, los alimentos procesados tienen un impacto significativo en la entrega de nutrientes a las personas. La adición de ingredientes de fortificación como el ácido fólico, el hierro, las vitaminas A y D, el calcio y el yodo, han reducido notablemente la prevalencia de enfermedades como anemia, ceguera nocturna, raquitismo, huesos débiles o metabolismos deficientes.
El equilibrio en la dieta diaria es el éxito de un cuerpo sano.
- ¿Cómo se puede cambiar la visión del consumidor sobre los alimentos procesados?
Como en la mayoría de temas de salud, la educación es la clave. Tanto el sector público como privado deben dar a conocer a la ciudadanía el espectro existente en el procesamiento de alimentos, así como los actores que están involucrados desde el campo hasta el consumidor. Llevar este mensaje a las prácticas comunes de preparación de alimentos dentro de la cultura ecuatoriana es esencial para que el consumidor típico entienda. Además, la universidad local y sus programas en ciencias alimentarias y nutrición podrían ser los contribuyentes más relevantes para cambiar la visión del consumidor ecuatoriano.
- Considerada su experiencia, ¿qué respuesta deben dar las industrias de alimentos?
La comunidad de ciencias de la alimentación debe proporcionar mensajes pertinentes sobre la importancia de la elaboración de alimentos. Tal vez el mensaje más significativo es que los alimentos procesados, debido a su seguridad, valor nutritivo, accesibilidad y asequibilidad, han salvado más vidas que la medicina.
Aquí podríamos incorporar otro ejemplo de contribución.